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Presto Ibérica frente al plomo: compromiso con la salud y el agua segura

por | Oct 28, 2025 | Corporativa | 0 Comentarios

El plomo, metal que durante siglos favoreció el desarrollo de la fontanería, se ha convertido en uno de los principales enemigos de la calidad del agua. Su retirada definitiva exige una acción conjunta entre fabricantes, instaladores, arquitectos y responsables de mantenimiento.

 La Semana Internacional de Prevención de la Intoxicación por Plomo recuerda que el progreso tecnológico solo tiene sentido si protege la salud de las personas.

 Fabricantes como Presto Ibérica muestran que es posible combinar innovación, rendimiento y seguridad. Su trabajo con materiales libres de plomo y una producción responsable marca la dirección hacia una fontanería más segura.

En el ámbito de la fontanería y la ingeniería hidráulica, la conversación suele girar en torno a caudales, presiones o resistencias. Sin embargo, hay un aspecto que trasciende lo técnico: la salud de las personas. Durante años, un material ampliamente utilizado por su maleabilidad y durabilidad se coló en las instalaciones de agua potable: el plomo.

Aunque durante décadas se consideró una solución práctica, hoy se sabe que este metal se disuelve lentamente en el agua y puede acumularse en el organismo, afectando al sistema nervioso, cardiovascular y renal. La Organización Mundial de la Salud advierte que no existe un nivel seguro de exposición, y que incluso pequeñas concentraciones suponen un riesgo, especialmente para los niños.

Con motivo de la Semana Internacional de Prevención de la Intoxicación por Plomo, se recuerda la importancia de eliminar este material de las instalaciones y garantizar una distribución de agua limpia y segura. En esta línea, Presto Ibérica desarrolla soluciones libres de plomo y procesos de fabricación responsables que contribuyen a mejorar la salud pública y la calidad del agua.

El riesgo del plomo en el agua y cómo puede llegar hasta nuestro sistema

Hasta bien entrada la década de 1970, el plomo era el material más común para las instalaciones de fontanería en España. Su uso se justificaba por razones técnicas: era fácil de moldear, se podía soldar directamente sin necesidad de accesorios complejos y ofrecía una durabilidad que pocos metales igualaban. Por estas razones, los fontaneros podían curvarlo con relativa facilidad, permitiendo adaptar las conducciones a cualquier geometría del edificio. Así, las tuberías más utilizadas tenían diámetros de 15 mm y 20 mm, medidas estándar en viviendas residenciales de la época.

Lo que entonces se consideraba un avance, hoy supone una seria amenaza. Con el tiempo se comprobó que las tuberías de plomo liberan iones del metal al entrar en contacto con el agua, que terminan disueltos en el caudal que consumimos. Su uso no fue prohibido en nuevas instalaciones hasta 2003, por lo que miles de edificios anteriores aún conservan conducciones o soldaduras que lo contienen.

La corrosión interna, junto con las variaciones de pH o temperatura del agua, acelera la liberación de partículas tóxicas. El resultado es un riesgo invisible: un agua aparentemente limpia que puede contener concentraciones peligrosas sin que el usuario lo perciba. Tuberías, uniones y griferías con plomo siguen siendo una de las principales fuentes de exposición en hogares y espacios públicos.

Consecuencias para la salud

La intoxicación por plomo afecta a múltiples sistemas del organismo. En los niños, incluso exposiciones muy bajas se asocian con una reducción en el coeficiente intelectual, dificultades de aprendizaje y trastornos del comportamiento. En adultos, el plomo eleva la presión arterial, aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y puede provocar daño renal progresivo. Su capacidad para acumularse en los huesos convierte la exposición en un proceso crónico que se mantiene incluso tras eliminar la fuente de contaminación.

Desde la fontanería profesional, la conciencia sobre este problema ha transformado nuestra forma de trabajar. La elección de materiales, los procedimientos de montaje y las normativas de control sanitario se han vuelto más exigentes, buscando garantizar que cada componente en contacto con el agua potable sea absolutamente seguro.

Presto Ibérica: ingeniería responsable para un agua sin plomo

La erradicación del plomo en la grifería no es solo una exigencia normativa, sino una responsabilidad con la salud pública. Bajo este pretexto, Presto Ibérica han sido pioneros en el desarrollo de soluciones hidráulicas que combinan precisión, durabilidad y seguridad del agua.

En un estudio reciente, AGRIVAL constató que cerca del 70 % de la grifería comercializada en España presenta defectos relacionados con la calidad de materiales o procesos de fabricación. Un dato que refuerza la importancia de la trazabilidad y de la certificación rigurosa de los productos que entran en contacto directo con el agua potable. Conscientes de esta realidad, Presto Ibérica lleva casi una década centrando el trabajo de sus departamentos de ingeniería e I+D en la creación de soluciones de grifería totalmente libres de plomo.

La gama PRESTO XT Eco-Fusión, el primer monomando libre de plomo fabricado en España, ofrece versiones para lavabo, bidé, ducha y baño-ducha fabricadas en latón libre de plomo. Su diseño combina sostenibilidad y eficiencia, reduciendo el consumo a solo 5 l/min en lavabos y 8 l/min en manerales, incorpora apertura en frío para evitar el gasto energético y utiliza materiales reciclables que garantizan higiene, durabilidad y un mantenimiento sencillo.

Con fabricación nacional, materiales certificados y una vida útil superior a los 15 años, En Presto Ibérica aplicamos un modelo de ingeniería que une precisión técnica y responsabilidad sanitaria. Cada componente está diseñado para ofrecer un funcionamiento estable y prolongado, contribuyendo a una gestión del agua más segura en viviendas, hoteles y espacios públicos.